RCG Guadalmina. La leyenda de la Milla de Oro

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El Real Club de Golf Guadalmina es uno de los campos de golf más emblemáticos de España con más de 50 años de historia, ha sido abanderado del golf desde 1959, sin perder hasta hoy en día ni un ápice de su esencia y señorío.

LOS PIONEROS. GUADALMINA: DEL OCRE AL GREEN

El año 1.959 no fue sólo la fecha en la que Federico Martín Bahamontes ganó el Tour de Francia o el presidente Eisenhower llegó a Madrid en visita oficial. Fue también el momento en el que Guadalmina Golf abrió sus puertas. Un cuidado diseño de Javier Arana, como creador del recorrido primigenio, al que siguió el trazado de Folco Nardi, ha hecho que este campo, desde sus orígenes, sea considerado como uno de los preferidos por los jugadores.

Para entender el verdadero significado de Guadalmina Golf, su implantación en la Costa del Sol y Andalucía y su reconocimiento como club pionero en la práctica de este deporte hemos de remontar nuestra primera mirada a la lejana década de los años 30, antes incluso del ecuador del siglo XX.
El primer vistazo a la antigua Colonia de San Pedro Alcántara lo echó Norberto Goizueta cuando, en compañía de su familia, fondeó su yate en un día lluvioso frente a Guadalmina en el año 1.934.
Norberto Goizueta era Ingeniero Agrónomo, se dedicaba a situar fincas en labores de explotación. Cuando vio Guadalmina, todo fueron halagos “qué tierra, qué mar” exclamó. Enamorado de inmediato de ese lugar afirmó convencido “Esto lo compro yo”. Al desembarcar, preguntó a un capataz que paseaba por allí a caballo, sobre la propiedad de aquella vasta extensión de terreno, a lo que el capataz respondió que pertenecía a la Sociedad General Azucarera y que se estaba procediendo a su parcelación para una futura venta. Habló entonces con el administrador de la Azucarera, que vivía en la plaza de la Iglesia, el Sr. Robledano y a quien San Pedro rindió tributo dedicándole el conocido “Pasaje Robledano”.
El regreso a Madrid del patriarca de los Goizueta fue un bullir de ideas y proyectos relativos al futuro de aquel desconocido y al tiempo atractivo espacio agrícola por el que fluían el río Guadalmina y el Arroyo del Chopo de más de 400 hectáreas, que los propietarios tasaron en 505.000 pesetas y que fue satisfecho por D. Norberto en octubre de 1934. Recuerda su hija Rosa que el trato estuvo a punto de no cerrarse por esas 5.000 pesetas.
Todo ello ocurría en plena República y era fácil entender a aquellos que tacharon de loco a Don Norberto. Luego entenderían que fue un auténtico visionario.
Guadalmina1963La finca de labor, en la que predominó la recolección de la caña de azúcar, fue explotada por la familia durante más de dos décadas, aunque también producía maíz y había cochiqueras. Lo primero que se construyó fue el cortijo, sobre la finca de regadío con tres cosechas al año. Había maíz, remolacha, caña de azúcar. La parte donde hoy se encuentra el hotel Guadalmina eran viñas de uva moscatel.
El cortijo lo levantó el arquitecto de Chicago Edgar Miller Hearst y se terminó durante el verano del 36. Era la única casa grande desde Málaga a Algeciras, dónde la familia pasaba temporadas.
Hoy en día, Fernando Goizueta, con 87 años, sigue jugando al golf. Siguiendo los pasos de su padre, Fernando no duda en afirmar que el golf produce riqueza allá donde se ha establecido. Prueba de ello es que 5.000 hectáreas dedicadas al golf producen lo mismo que 170.00 hectáreas de una cosecha de trigo en el producto interior bruto. El golf proporciona desarrollo económico a la zona, generando puestos de trabajo, y este campo de golf sentó las bases de la eclosión turística que tanto han dado a Marbella.
Mientras duraba el arreglo y la adecuación de la casa vivieron en el Ingenio en la casa que pertenecía a la familia Macintosh. Era una época dura y dormían con escopetas cargadas. Hay que tener en cuenta que no había viviendas alrededor, lo más cercano era El Ángel, la finca de Amparo del Moral. En aquel tiempo iban a Marbella en coche de caballos. La Marbella de aquel entonces abarcaba la Iglesia, el Casino y el Casco Antiguo. San Pedro Alcántara reunía apenas varias calles, según lo recuerdan algunos miembros de la Familia Goizueta.
En esos veinticinco años Guadalmina desarrolló una intensa actividad ligada a la tierra y a las múltiples posibilidades de riqueza que ello generaba para la zona. Muy lejos de la que sería la verdadera y definitiva utilización de aquel terreno que cambiaría cinco lustros después los tonos terrosos por la tonalidad verde. Guadalmina: del ocre al green.

DE LA TERTULIA MADRILEÑA AL PRIMER HOYO

Norberto Goizueta era habitual de una tertulia madrileña en la que compartía conversación con Ricardo Soriano, marqués de Ivanrey. El primero acababa de comprar una finca de 22 hectáreas en Rodeo Alto y Rodeo Bajo que cedió al marqués ya que la escritura aún no había sido firmada. Tiempo después, dialogando ambos sobre lo divino y lo humano, surgió la posibilidad de importar un modelo de atractivo turístico para Marbella basado en la práctica deportiva, hallando la excusa perfecta para iniciar la construcción de los nueve primeros hoyos de Guadalmina.
Por aquel entonces hablar de césped bermuda conformando los greenes resultaba risible, de tal forma que en Sevilla existían campos a base de arena y gasoil, modelo completamente inexportable para una zona turística en ciernes como la Costa del Sol. En aquel entonces el único campo que existía en la provincia era el del Parador de Málaga, que era de arena. El primer campo de golf, como lo conocemos actualmente fue el Club de Golf Guadalmina.

Existe un dato importante para conocer la situación de Marbella en la primera mitad del siglo XX: en el año 1.900 contaba con 11.000 habitantes y en el año 1.952 tenía 10.800, produciéndose un fenómeno de abandono de los pobladores en una clara actitud regresiva que es difícil encontrar en la actualidad.
A Ricardo Soriano, marqués de Ivanrey, le siguieron Alfonso de Hohenloe, emparentado con la nobleza y José Banús, enlazado con el poder político en España debido a su buena relación con Franco, basada en la construcción de los barrios de El Pilar y La Concepción en Madrid. El golf y la inauguración de Puerto Banús, serían claves para el desarrollo de la Costa del Sol como el gran destino turístico que hoy es.
A los tres se les califica con el nombre de pioneros de Marbella aunque, indudablemente y a la vista de los datos reseñados, a Norberto Goizueta habría que asignarle un papel estelar en el descubrimiento de una de las zonas turísticas más importantes del continente europeo. Es de recibo afirmar, sin duda alguna, que Norberto Goizueta fue un visionario y uno de los pioneros del deporte del golf en nuestro país. Su afición por viajar, su pasión por otras culturas son claves para entender su espíritu emprendedor.

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Atraído por los complejos golfísticos enclavados en Estados Unidos y aplicando sus conocimientos de ingeniero agrónomo, encomendó a Javier Arana el diseño de los primeros 9 hoyos de Guadalmina Golf (el campo tomó el nombre del río que circunda parte de su recorrido), convirtiéndose en uno de los primeros campos de Andalucía e inaugurando sus instalaciones en el año 1.959. El resto de hoyos, hasta completar el trazado actual, es obra de Folco Nardi. En 1964 los 18 hoyos del campo sur eran ya una realidad.
El club de golf Guadalmina se iba gestando y Norberto, visualizaba, en sus innumerables paseos en jeep por la zona, como quedaría a su finalización.

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Las piedras que inicialmente estaban bajo la finca servían para drenar. Los lugareños, que llamaban D. Alberto a Norberto Goizueta comentaban sorprendidos y sin entender los planes de golf, “D. Alberto está loco, está plantando hierba y no deja que entren las vacas. Qué dineral se está gastando.”

REAL CLUB DE GOLF GUADALMINA

El pasado 17 de Noviembre de 2008, S.M. El Rey tuvo a bien conceder el título de Real Club de Golf Guadalmina, coincidiendo con su 50 aniversario.
No cabe duda, que la visita en dos ocasiones de S.M. Don Juan Carlos I se puede considerar como el hecho de más relevancia en los 50 años de existencia del Real Club de Golf Guadalmina. La primera ocasión, como Príncipe de España (en virtud de la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado) y la segunda como monarca de todos los españoles en compañía de S.M. Doña Sofía de Grecia.
El Real Club de Golf Guadalmina atesora entre sus recuerdos de medio siglo la presencia en sus instalaciones de personalidades ilustres, que han contribuido a reforzar una imagen de prestigio y notoriedad.

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El Real Club de Golf Guadalmina ha vivido sus primeros 50 años de existencia con el deseo de marcar una impronta en el terreno de la alta competición. Ha sido sede de importante pruebas organizadas por la Real Federación Española de Golf y por la Real Federación Andaluza de Golf, además de sede de pruebas de renombre en el ámbito golfístico nacional.
Aunque si hay un factor diferencial en el devenir de Guadalmina durante cinco décadas, ha sido su inequívoca apuesta por todas aquellas causas solidarias que intentaban paliar el sufrimiento de unos con el apoyo de otros muchos. De esta manera, la Asociación Española Contra el Cáncer, Nuevo Futuro, Cruz Roja Española y Manos Unidas, han conseguido, gracias al auspicio de Guadalmina, encarar proyectos de ayuda para España y diferentes puntos de los cinco continentes.

ETAPA DE ESPLENDOR

Cumpliéndose los augurios de D. Norberto Goizueta, fue a partir de la década de los sesenta, cuando el Club comenzó a vivir su etapa de máximo esplendor.
Desde toda Europa venían a jugar al golf a Guadalmina y muchos, atraídos por la amplitud de las parcelas de la zona, unos 5.000 metros en la parte sur, compraban y se asentaban aquí. La parte norte se ofrecía en parcelas de 1.000 metros, que sobre 1986 se vendería en bloques.
En la época estival eran frecuentes las fiestas en la que se reunía lo más granado de la sociedad, las mejores familias del continente, que le dieron al club, a Marbella y a la Costa del Sol una gran proyección internacional.
S.A.R. el Rey D. Juan Carlos, el Ilmo. Marqués de Nájera, o la Excma. Condesa de Windsor quien entregaba los premios de la Copa que llevaba su nombre y que se jugaba en Guadalmina, fueron algunos de los personajes ilustres que pasaron por aquí. De igual manera eran asiduos Bastiano Bergese, la familia Urrestarazu, toda una institución en Guadalmina o los Braiman, del que Boris fue jefe de campo, los Soto, Menchu Escobar, Jaime Parladé o la familia de la Quintana (Manuel de la Quintana fue, años más tarde el promotor de la idea de instalar la réplica del barco Serva la Bari).

guadalmina-CONNERYEl Real Club de Golf Guadalmina atesora entre sus recuerdos de medio siglo la presencia en sus instalaciones de personalidades ilustres, que han contribuído a reforzar una imagen de prestigio y notoriedad, como Sean Connery, gran amante del golf, el Excmo. Sr. D. Ataulfo de Orleans y Borbón, la Excma. Sra. Dña. Marisa de Borbón, S.A.R. Emperatriz Soraya Esfandiary-Bakhtiary de Persia, la Excma. Sra. Bessie Wallis Warfield, duquesa de Windsor, el Ilmo. Sr. Marqués de Viluma, el Excmo. Conde de Villapadierna el Ex-Presidente del Gobierno de España, D. Adolfo Suárez, y el Ex-Presidente del Gobierno de España, D. José María Aznar.
Actores como Stanley Baker o Lily Palmer y grandes cantantes de blues como Duke Ellington forman parte también de la historia de aquellos que dieron renombre al club. Autoridades de la época y poderosas familias de la banca española, atraídos por la tranquilidad del lugar, hacían de Guadalmina su segunda residencia.
Cuando el entonces ministro, D. Manuel Fraga Iribarne inauguró el campo de golf se le regaló una bolsa de palos y bromeando comentó jocosamente “cuanta satisfacción debía ser darle tantos palos a un Ministro”.
Además de la ya citada Copa Condesa de Windsor, el club fue sede la pruebas organizadas por la Real Federación de Golf como el Campeonato de Aficionados de España Individual Caballeros en el año 1.965; el Campeonato de Aficionados de España Individual Señoras en el año 1.965; el Campeonato Dobles de España de Aficionados Caballeros en los años 1.965 y 1.968 y el Campeonato Dobles de España de Aficionados Señoras en los años 1.965 y 1.968.
También ha sido sede de pruebas de gran renombre en el ámbito golfístico nacional como el Campeonato de España de Profesionales en el año 1.998 y la Escuela de Clasificación del Tour Europeo en los años 1.995 y 1.996.

Con la conmemoración de los primeros 25 años del campo, se realizó una competición conjunta con Barclays y se trajeron a jugadores muy importantes como Emilio Rodríguez y José María Cañizares.
La Real Federación Andaluza de Golf ha organizado numerosas pruebas en el club, como Campeonato Internacional Individual de Andalucía en los años 1.966, 1.970 y 1.996, el Campeonato Internacional Senior de Andalucía en el año 2.003. el Campeonato Internacional Junior de Andalucía de 1.974, el Campeonato Internacional Individual Cadete en los años 1.998 y 2.003 y el Campeonato Dobles de Andalucía de los años 1.971, 1.981 y 1.996.

El “Memorial Norberto Goizueta”, fue durante muchos años, un torneo relevante, abierto a todo el mundo y puntuable, que se jugaba en todas las categorías.

LA GRAN FAMILIA DE GUADALMINA

Norberto Goizueta tuvo un sueño, crear un club de golf, un proyecto que proporcionó prosperidad a Marbella y San Pedro Alcántara. Desde el primer día contó con socios que llegaron a ser grandes amigos, amigos de la familia que se convirtieron en socios, niños que se formaron en la escuela de Caddies y que se labraron un futuro gracias al club, trabajadores fieles, que después de más de 40 años, siguen formando parte de la plantilla; todos forman parte de la gran familia del Real Club de Golf Guadalmina.

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Aún en los tiempos difíciles, la Familia Goizueta y los trabajadores se mantuvieron unidos. Nunca se dejaron de pagar sueldos y es difícil, según palabras de D. Fernando Goizueta recordar algún conflicto laboral con la plantilla. Todavía hoy en día, en sus frecuentes paseos por San Pedro Alcántara, se encuentra con algunos de ellos, ya jubilados, con los que sigue manteniendo una buena amistad y aprovechan la ocasión para tomarse un café y recordar viejos tiempos.
Todos son conscientes que el golf no descansa nunca, 365 días al año. Para un golfista, venir a jugar el 1 de enero temprano, era la mejor forma de comenzar el Año Nuevo. En Guadalmina podían hacerlo, comenzar a jugar con los primeros rayos de sol.
El éxito del Real Club de Golf Guadalmina residió en que muchas generaciones de diferentes estamentos han estado íntimamente ligados al club en momentos importantes de su vida y así lo sigue sintiendo la actual plantilla del club, esperando celebrar otros 50 años más del insigne Club.

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