Javier Ínsula, vicepresidente de la AECG, participa en la ponencia ‘El Golf en España 2030’

Javier Insula

El Centro Nacional de Golf en Madrid acogió la semana pasada el evento organizado por Club Manager Education en el que se reconoció la trayectoria de Javier Suárez, del Real Club de Golf Las Palmas, con el premio al Mejor Gerente 2022. Previamente a este acto, se celebró una ponencia visionaria sobre los Retos del Golf en España para el año 2030, que corrió a cargo de seis destacados miembros de la industria del golf: Sandro Lara (Riversa), José Luis Alonso (Escuela Técnica de Golf), Daniel Asís (Club Manager Education), Marco Martín (Stirling&Martin), Juan Antonio Fernández (gerente del Centro Nacional de Golf) y Javier Ínsula (Making Golf y Vicepresidente de la AECG), y que contó con la presencia de profesionales de la industria.

Bajo el título de ‘El Golf en España 2030. Oportunidades y Retos para Clubes y Campos’, Javier Ínsula expuso su visión sobre la industria del golf resaltando que la principal amenaza es que “el 57% de las cuentas de explotación no son rentables, según el informe del IE University 2019. Es insostenible pensar en el crecimiento de nuestra industria si no revertimos esta situación, y la clave son unos costes fijos cada vez más insoportables”, instando a la necesidad de “transformar procesos que contribuyan al ahorro sin perder servicio” como solución a esta problemática.

En este sentido, también destacó cómo “durante los 2000, los promotores inmobiliarios no se preocupaban por la rentabilidad del golf, pero la situación ha cambiado y ahora es una exigencia”, motivo por el cual se están paralizando el desarrollo de muchos de estos proyectos.

De este modo, se hace primordial “rentabilizar nuestras explotaciones para atraer capital y hacer crecer la industria, y no lo haremos si no reducimos los costes fijos, cada vez más elevados y con muchas dificultades para ser trasladados al precio.”

Para Ínsula, la reducción de costes y el medio ambiente son “las claves sobre las que trabajar en los próximos años. La reducción pasa por la optimización y productividad de algunos servicios que siguen prestándose en los campos al modo tradicional, como son el cuarto de palos, los vestuarios o el propio control de accesos al recinto. La comunicación, entendida como pedagogía hacia el cliente, y la tecnología, son las palancas que hacen viable la transformación”, tal y como vienen haciendo en Making Golf para distintas explotaciones.

En clave medioambiental, Javier Ínsula recalcó que “los campos tienen aún mucho recorrido en una gestión medioambiental más sostenible que contribuya al ahorro de unos costes disparados y que ya no bajarán (agua de riego, combustible, horas de trabajo), reduciendo las superficies de riego y mantenimiento (transiciones tees-calles, entorno de tees, etc) y utilizando especies cespitosas rústicas, sobre todo en roughs, praderas y campo de prácticas. Ya se están dando estos pasos en muchos campos y se está creando tendencia, también para el cliente”.

La ponencia de Javier Ínsula concluyó apelando al papel de las asociaciones de golf, como la AECG, y también de la RFEG, como “fundamental para generar el lobby necesario que permita defender unos intereses que jamás han estado tan bien representados. Ahora nos toca defender al sector frente al nuevo reglamento europeo de productos fitosanitarios y su no uso para el 2030 (aunque en la práctica el RD vigente en España así lo considera ya). De prosperar en los términos actuales será prácticamente imposible presentar un campo de golf en España, por sus características climáticas, en las actuales buenas condiciones”.

 

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