Los otros «drivers» Williams

Imagine un driver con difusor, pero no estamos hablando de esa pieza aerodinámica de los monoplazas de Fórmula 1 que puso tan de de moda Red Bull sino de un palo de golf.
Sólo unos ingenieros de la fórmula 1 fanáticos del golf podían llevar estas piezas que facilitan la extracción del aire que pasa por debajo del F1 al green. Es el caso del equipo Williams, cuyo personal de boxes tiene de media hándicap 3.

Con 35 años de tradición sobre el asfalto y 16 mundiales en sus vitrinas, estos profesionales destinan dieciséis horas diarias durante nueve meses a ganar una centésima al crono, los tres restantes los dedican al golf. Tanto es así que fabricaron sus propios palos con la tecnología que tenían a mano: nada más y nada menos que el centro de Oxfordshire de la escudería, que cuenta con uno de los 12 túneles de viento activos de todo el mundo.

Llegó a oídos de una empresa californiana que estos chicos jugaban de muerte, pues destinaban su tiempo libre a disputar partidos sin reglas y con sus propios prototipos. Era un producto absolutamente ilegal, pero con algunas modificaciones y siempre de acuerdo con los estándares de USGA y R&A se podrían hacer homologables.
Así nació la Joint Venture Williams Sports dando a conocer unos palos que se presentaron al mundo en 2010 y que han llegado a Europa hace apenas seis meses.

FW32Hybrid-Gold-upright-02¿Qué tienen de especial? Primero, que se diseñan de acuerdo con los tests en el túnel de viento. “Poner en marcha este túnel, cuyo funcionamiento implica un gasto de cientos de miles de dólares en electricidad, mantenimiento, etcétera y que además requiere un soporte informático monstruoso sólo para el diseño de los palos sería impensable. Pero ellos lo tienen ahí. Esto les permite el análisis infinito de las distintas áreas de un palo y su comportamiento ante la resistencia del aire”, explica Ricardo Galí, ex-piloto de carreras y responsable de Williams Golf Europe en España.

Además son palos fabricados con aleaciones de materiales que sólo se emplean en Fórmula 1. “Ayrton Senna se mató por culpa de una barra de titanio que tenía un defecto en su fundición y a partir de ahí, Williams perdió la confianza en ningún material que no fuera construido por ellos mismos”, apunta Galí. La escudería comenzó así el desarrollo de una aleación con gestión propia que les ha llevado a convertirse en el gran proveedor de aleaciones técnicas de toda la parrilla. Aplicadas al golf destacan la evolución del titanio SP-700b o Wfti, Densimet e Inconel. El primero “mejora la resistencia del titanio en más de un 20%”, el segundo permite peso extremo en un pequeño espacio y el tercero, Inconel, garantiza, entre otros, una mejor fundición.
FW32 Gold Putter Group-02
El CFD o Computational Fluid Dynamics es un estudio exhaustivo de los flujos de aire por área, analizan infinitas áreas de las que se van seleccionando las 100 mejores… Con esta técnica, Williams ha diseñado un driver con difusor y alas en los laterales que ofrece menor resistencia al golpe. Los drivers tienen un precio de entre 600 y 1.000 euros.

Densimet: En ambos deportes, establecer un correcto centro de gravedad es de suma importancia. Cuanto más ligero es el coche más capacidad para colocar lastre en un sitio adecuado según la carrera, el reparto de kilos por rueda. Pero en F1 no hay hueco, por lo que se usa algo muy pesado en un espacio mínimo. Esto no existía en el mercado abierto, pero sí en el balístico y es donde se inspiraron en Williams para lograr el Densimet, el segundo metal más pesado del mundo que sitúan en las cabezas de los palos para cuadrar la cara en el impacto.

Inconel: Para convertir los metales en láminas flexibles es necesaria la forja. Pero los metales manipulados con esta técnica no siempre aguantaban la reacción de los escapes o las elevadas temperaturas. Williams creó Inconel, la suma de níquel y otros 17 metales con elasticidad superior al acero o titanio forjado, pero con un 30% de ahorro en el peso y que permite que esa pieza sea en fundición sin romper. En golf se emplea por ejemplo en los hierros Qualifier. Los juegos de palos van desde los 1.300 euros hasta los 2.300 euros.

Interlagos. foto: Lorenzo Bellanca/LAT Photographic
Interlagos. foto: Lorenzo Bellanca/LAT Photographic

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