Rafa Cabrera-Bello se hace con el Omega Dubai Desert Classic.

El grancanario de 27 años, profesional desde 2005, ganó el Open de Austria en 2009 y hoy se ha impuesto en el Omega Dubai Desert Classic, uno de los torneos más importantes de la temporada, sucediendo en el palmarés a Miguel Ángel Jiménez (2010) y Álvaro Quirós (2011).
Es el quinto español que gana en Dubái, ya que en la década de los 90 también lo hicieron Seve Ballesteros (1992) y José Mari Olazábal (1998), sus “ídolos”, por quienes reconoce que se dedica al golf profesional. Con éste, el número de triunfos españoles en el Tour Europeo asciende a 164.
Rafa ha logrado la segunda victoria en su 151ª participación en el Circuito Europeo, disputando 72 torneos entre la primera y ésta; entre ellas, su mejor resultado fue un segundo puesto en Portugal en 2011. Además, ostenta otros dos títulos en el Challenge Tour: Credit Suisse 2008 y Man No Open en 2006.
Este triunfo le sitúa en el cuarto puesto en la Carrera a Dubái y noveno en la clasificación para la Ryder Cup, además, conlleva una exención de dos años en el Tour hasta el final del 2014, y le ha abierto las puertas del Bridgestone Invitational y el HSBC Champions. Dependiendo de lo que suceda esta noche en el AT&T Pebble Beach National Pro-Am del PGA Tour, podría también acceder al Accenture Match Play Championship.
Rafa Cabrera-Bello: “Esta victoria es muy, muy especial. Ganar un torneo que también han conseguido mis ídolos Ballesteros y Olazábal, y compañeros como Miguel Ángel Jiménez y mi amigo Álvaro Quirós, significa mucho; me llena de orgullo aportar mi granito de arena a la historia de este gran torneo.
Ballesteros y Olazábal son la razón por la que yo juego al golf, crecí viendo vídeos de Seve y viendo a Chema ganar los dos Masters, gracias a ellos me dedico al golf profesionalmente. Es indescriptible la sensación de compartir un trofeo con ellos.
Cuando gané en Austria fue en el último momento y casi por sorpresa, sin embargo, aquí me puse líder el primer día y he luchado para mantenerme en los primeros puestos hasta el final. No se pueden comparar, pero esta victoria ha sido más trabajada. En Austria hice menos 11 el ultimo día para ganar por un golpe, fue increíble y seguramente irrepetible. Aquí, he sufrido aunque también he disfrutado. En cada golpe que he dado, estaba luchando por el título.
He intentado mantenerme tranquilo pero la procesión iba por dentro, ha habido momentos bajo mucha presión, que es como disfruto y me gusta competir.
Me hace muy feliz ver que mi juego ha dado un salto cualitativo importante y me ha permitido ganar un torneo de tanto nivel como éste. Todavía no soy consciente de en qué torneos conseguiré entrar ni a qué puesto del Ranking mundial ascenderé pero, sin duda, este triunfo me dará la oportunidad de jugar con más frecuencia con los mejores del mundo y participar en torneos más prestigiosos. Es el salto de calidad que estaba buscando, me abrirá muchas oportunidades y significa muchísimo, me reafirma en que estoy trabajando de la manera correcta, estoy viendo los frutos y el esfuerzo se ve recompensado con creces.
El golf te exige armarte de mucha paciencia y eso he hecho esta semana, es una lección que aprendí hace tiempo. El jueves hubo un momento que empecé a pensar en los 59 golpes y me dije: “para, ¿dónde vas?”. Volví a centrarme en mi juego y en ir golpe a golpe.
Hoy he salido a jugar muy tranquilo, sin nada que temer, a darlo todo pero concentrado en mi juego, sin pensar en lo que hacían los demás. Enseguida me coloqué en la posición que más me gusta, en tensión y con posibilidades de ganar, y me siento muy orgulloso al haberlo conseguido siguiendo la estrategia planeada.
A pesar de la presión me he sentido muy cómodo, sabía que si hacía birdies ellos lo tendrían difícil. Muy contento con el par que he salvado en el 16, me había arriesgado demasiado; y el birdie del 17 sabía que era esencial para poner la pelota en su tejado. No sé qué pensarían ellos en ese momento pero… quien pega primero, pega dos veces.
En todo momento me he mantenido con posibilidades aunque, en este deporte, sabes que el liderato se puede volatilizar en nada y la situación puede dar la vuelta cuando menos lo esperas. Me siento orgulloso porque he demostrado que soy capaz de medirme con los mejores y esto me da mucha confianza.
Esta noche lo celebraré con los españoles, ¡me toca invitar a cenar!
”.

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