Sergio García se enfrenta al Open de España con máxima motivación para ganar

Número 1 del Race to Dubai y número 13 en el Ranking Mundial, octavo clasificado en el reciente Masters de Augusta, el castellonense Sergio García afronta el Open de España, en el Campo de Golf de Parador de El Saler, “con la máxima motivación para ganar”, un sentimiento compartido por centenares de aficionados que tienen la convicción de presenciar, desde el jueves al domingo, un gran espectáculo.

Sereno, pausado, con el fuerte convencimiento de estar construyendo una trayectoria deportiva de significativo relieve, Sergio García se ha convertido, antes de empezar, en el icono de un torneo donde debutó como profesional en 1999 y donde ganó en 2002.

Un año más tarde, en 2003, se produjo su última participación en un Open de España hasta este momento, un reencuentro vibrante que él mismo se encarga de valorar. “Jugar el Open de España es un orgullo. Llego en buen momento y espero mantener el nivel de energía de las semanas pasadas”, dice antes de recalcar que, problemas de calendario en el pasado le han impedido disputar un torneo “del que guardo muchos y entrañables recuerdos. Como amateur, con apenas 15 años, en el Club de Campo Villa de Madrid, tuve la oportunidad de conocer a Severiano Ballesteros, y aquello me impresionó”.

Entre medias, una trayectoria que le ha situado entre los mejores del golf mundial, una gloriosa distinción forjada, según sus palabras, “por una forma de ser que siempre ha sido igual. He madurado, sí, pero soy fiel a mí mismo, para bien y para mal. Quien no le guste cómo soy, tiene otros 300.000 donde elegir. Mi trabajo está ahí”.

Firme en sus convicciones, Sergio García recalca con autoridad que “quien me ha hecho como jugador es mi padre. Con él tengo confianza plena y siempre me he sentido cómodo. En el juego corto he podido buscar en ocasiones otras opiniones, pero la base ha sido, es y será mi padre”.

sergio garcia en el salerAhora, en El Saler, Sergio García llega dispuesto a ofrecer la misma filosofía que le ha llevado a situarse entre los mejores del mundo durante muchas temporadas. “Intento dar lo mejor de mí mismo, ofrecer cada vez un poco más. A veces se consigue, otras no, pero el trabajo está ahí”.

La victoria en el Open de España, que sería su segunda tras la conseguida en El Cortijo en 2002, depende de muchas variables, según el borriolense, quien augura sin embargo que “este torneo depende del viento. Quien mejor lo domine habrá caminado mucho hacia la victoria”.

Hoyos pares 5 a los que se accede con dos golpes, pares 4 relativamente cortos, calles relativamente anchas, las supuestas facilidades del recorrido valenciano no son más que una amable apariencia bajo la que se esconde, según Sergio García, “un campo enorme, sensacional. Se agradece poder jugar este Open aquí. Los hoyos finales, llenos de alternativas, serán decisivos, y ganar una tremenda recompensa”.

“Jugar en España siempre es especial, pero más aún en El Saler, que es probablemente uno de los mejores campos de Europa y está en muy buenas condiciones.
He jugado mucho en este campo, pero no venía desde el Seve Trophy en 2003, así que la semana antes del Masters jugué con mi padre, Jordi García del Moral y Juan Carlos Ferrero para recordarlo. Lo encontré muy bien y ha mejorado aún más en estas dos semanas en los greenes y bunkers. Hay que dar la enhorabuena a la Federación y a Paradores por el trabajo que han hecho.
El Saler siempre se ha considerado uno de los mejores campos de Europa, es un gran diseño en el que el viento influye mucho. Si no sopla, se pueden hacer muy pocas porque en los pares 5 se llega de 2 y los pares 4 son cortos, pero si sopla brisa, se complica bastante y todo cambia. Es un campo en el que hay que ir recto, si no, tienes problemas. No voy a cambiar mi calendario por el hecho de liderar ahora la Carrera a Dubái. Voy a seguir jugando los dos Circuitos como he hecho siempre, pero no voy a añadir más porque necesito los descansos. Me haría ilusión ganarla, pero queda mucho.
Estoy en un buen momento de juego y ojalá que tenga la oportunidad de ganar. En general estoy satisfecho por cómo va la temporada y deseando jugar en mi tierra y hacer disfrutar a la gente.
Tengo muy buenos recuerdos de los Open de España. Mi debut como profesional fue en el Open de España de 1999, en El Prat. También jugué de amateur en el Club de Campo Villa de Madrid, donde tuve la oportunidad de conocer a Severiano Ballesteros y jugar una vuelta de entrenamiento con él.
Sería muy bonito que Olazábal ganara el Príncipe de Asturias. Él es el estandarte del golf español ahora que no está Seve y se lo merece, no solo como jugador sino, sobre todo, como persona”.

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