Un año y un día sin Seve

Era Abril de 1989, la élite del Tour Europeo competía en el abierto Puerta de Hierro en Madrid. El Norirlandés Jimmy Heggarty había completado su segunda ronda y parecía destinado a no pasar el corte pero Severiano volvió al campo para seguir el juego.

Heggarty, con 32 años, dijo suspirando a los periodistas que seguían a los españoles “es simplemente increíble”. Era también una época en la que podías estar cerca de las estrellas.
Anécdotas como éstas ponen de relieve la calidad humana de Seve. Sería difícil de imaginar hoy en día a un jugador volviendo al campo después de su ronda para ver el juego de otro compañero incluso en un talento estimulante y fresco como el de Tiger Woods.

Esta es la primera temporada en la que el mundo del golf continúa sin la presencia de una de sus más grandes estrellas internacionales, un pionero para el Tour Europeo y para el americano, a raíz de su trágica muerte en 2011 con tan sólo 54 años.

Había jugado por última vez el US Open el US PGA Championship en 1995 (en ambas no pasó el corte), y también falló las rondas del US Masters 2007 y Open Británico del 2006, sin embargo el legado del español es omnipresente en la temporada del gran slam.

Jugó por primera vez el Open Británico en 1975 no pasando el corte pero volvió en 1976 para asombrar al mundo del golf compartiendo el segundo lugar con Jack Nicklaus por detrás de Johnny Miller.

Tres años más tarde ganó el primero de sus tres títulos del Open Británico ( también levantó la famosa jarra en 1984 y 1988). En su primera aparición en el US Masters, en 1977, terminó empatando en el 33, antes de convertirse en el primer europeo en conseguir la chaqueta verde en 1980 y repetir el triunfo histórico en Augusta en 1983.

Nació el 9 de Abril de 1957, de origen humilde, su padre era greenkeeper en una era en la que el golf era considerado un deporte para la élite en España. Seve perfeccionó sus habilidades cerca de su Pedreña natal (Santander), golpeando piedras en la playa usando un hierro siete.

Su primera Victoria en el tour llegó en 1976 en el abierto de Holanda ganando 87 títulos por todo el mundo. Muy apropiada fue su victoria final en el abierto de España de 1995, convirtiéndose en el único jugador del tour europeo con 50 victorias.

Jugó ocho Ryder Cups, ganando 20 puntos en 37 partidos y capitaneando la victoria de Europa contra los estadounidenses en 1997 en Valderrama, entonces fue la primera vez que la competición se celebraba fuera del Reino Unido o los Estados Unidos. Fue el segundo número uno del mundo después de Bernhard Langer cuando los rankings mundiales se pusieron en marcha en 1986

Seve se divorció de su amor de juventud, Carmen, hija de la familia Botín, dueños del Banco Santander, en 2004 después de 16 años de matrimonio. El matrimonio tuvo 3 hijos, Javier, Miguel y Carmen.

Se retiró oficialmente el 16 de Julio de 2007 tras una larga lucha contra un dolor de espalda recurrente, concentrándose en sus intereses en Amen Corner, la sociedad de fomento de torneos de golf creada en 1986.
En Octubre de 2008 a Seve se le diagnosticó un tumor cerebral y después de luchar frente a los efectos de la enfermedad, murió en su casa rodeado de su familia el 7 de Mayo de 2011.
La noticia de su muerte repercutió en todo el mundo y provocó una avalancha de homenajes y lágrimas. Hablando esa misma semana en el Open de España en Sevilla con Alejandro Cañizares cuyo padre jugó con Ballesteros, recordó un momento en particular de Seve. “Tengo un recuerdo muy especial de él cuando era muy joven y estaba con mi padre en el Masters Europeo de Crans-sur-Sierre. Seve iba en el grupo de delante y fue el día en el que con un golpe milagroso pasó por encima de la pared de la piscina y la puso a la derecha de la calle 18. Lo vi con mis propios ojos, no me lo podía creer. La gente enloqueció y el caddie de Seve se inclinaba ante él como si lo estuviera adorando”

A la semana siguiente, en su funeral en Santander, seis capitanes de la Ryder Cup estaban entre los asistentes en la pequeña iglesia de San Pedro de Pedreña, junto al capitán europeo del 2012 Jose Maria Olazábal, quién junto a Seve formaron una asociación perfecta en la historia de la Ryder Cup y también junto a Nick Faldo, Bernhard Gallacher, Collin Montgomerie, Sam Torrance y Ian Woosnam. Miguel Angel Jiménez y Gonzalo Fernandez-Castaño estaban también entre los asistentes españoles del mundo del golf.
La entrada de la iglesia estaba adornada con 30 coronas de flores procedentes de todo el mundo, incluyendo la familia real española y el gobierno de la nación y hubo un minuto de silencio en los 422 clubes de golf de toda España.

Homenajes a un campeón

Nick Price: “ Hizo por el golf europeo lo que Tiger Woods hizo por el golf en todo el mundo. El european tour no estaría dónde está hoy si no fuera por Seve Ballesteros. Fue un icono, simplemente un golfista incleíble.”

Paul Casey: “ Realmente abrió el camino para los europeos, no sólo en al Ryder Cup, sino en el PGA Tour por la forma en que jugó en Augusta y sus victorias por todo el mundo. Tenemos mucho que agradecerle”

Sergio García: “ Fue un cambio en el juego, no sólo para Europa, sino para el golf en sí”

Padraig Harrington: “ Tenía un notabel efecto sobre nosotros y era que quería jugar al golf”

Tom Lehman (recordando el último partido de Seve en la Ryder Cup del 1995 en Oak Hill, su oponente en individuales ese día), su lenguaje corporal era el más fuerte que he visto en nadie, tal vez salvando al tigre en los últimos años.

George O’Grady (director ejecutivo del Tour Europeo): “ Es un día muy triste para todos quienes amamos el golf. El legado de Seve debe servir de inspiración para espectadores, promotores y jugadores y para la lucha contra una cruel enfermedad”

Miguel Indurain (cinco veces ganador del Tour de Francia): “ Nunca hemos tenido nadie como él. Era un innovador”

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