Entrevista a Joseba del Carmen: En la mente de Jon Rahm

Es de Vitoria, artificiero, empresario, jugador profesional de baloncesto y golf, ha escrito un libro “El éxito es un juego” y, según Jon Rahm, el artífice de su éxito. Joseba del Carmen ha hecho muchas cosas, pero, como nos cuenta en esta entrevista, él también sintió en una etapa de su vida que algo no funcionaba. Ese fue el punto de partida de su carrera como coach deportivo y empresarial.

¿Coach, entrenador mental, gurú? ¿Cómo definiría su trabajo?

Es complicado definir mi trabajo con una sola palabra, pero si tengo que decir una diría coach o mentor. Mi trabajo es acompañar a personas o equipos en el camino a la consecución del máximo rendimiento. Para ello aplico mi propia experiencia en el deporte y en la dirección de equipos.

Ud. ha sido artificiero, jugador profesional de baloncesto y golf, ¿en qué momento se da cuenta que puede ayudar a personas a gestionar sus emociones?

Para empezar, diré que ni por asomo me hubiera imaginado que terminaría dirigiendo a deportistas. En un momento de mi vida sentí que había algo que no funcionaba y que las cosas no me estaban saliendo, pero sobre todo tenía la sensación de no estar dando lo mejor de mí. Ese momento fue como una catarsis y empiezo a entender que hay emociones que me limitan porque no están bien colocadas ni bien gestionadas. Entonces fue cuando comprendí que a través de mi experiencia con las emociones podría ayudar a otros a entenderlas y a construir las suyas propias.

Obviando el desenlace, ¿en qué se puede parecer, un putt de metro y medio para ganar el Master de Augusta a desactivar una bomba?

Pues sí, mejor será obviarlo. (ríe) Salvando las distancias, no veo tantas diferencias entre una situación y otra a la hora de gestionar las emociones, que es con lo que yo trabajo. Los dos se basan en una emoción humana muy básica y que todos los seres humanos compartimos en uno u otro momento de nuestras vidas, el miedo. Esto hay que ponerlo con mayúsculas porque es un sentimiento que puede paralizarte, miedo a que explote la bomba o a fallar el putt, pero en esencia es lo mismo.

¿Cuándo conoce a Jon Rahm y deciden que pueden hacer equipo?

Nos conocimos en el club de golf Larrabea cuando yo entrenaba para profesional de golf y él tenía 12 ó 13 años. En esa época pasamos mucho tiempo juntos y nos conocimos bien. Jon era un chaval muy alegre y que le gustaba mucho competir. Más tarde, en su segundo año de universidad en EE.UU. nos vimos y le comenté que estaba trabajando con deportistas y enseguida me dijo que quería probar. Desde entonces nos pusimos manos a la obra.

Tuvimos la suerte de entrevistar a Jon Rahm, recién llegado a EEUU, justo cuando se hizo profesional, aunque ya apuntaba alto, su progresión ha sido espectacular hasta llegar al número tres del mundo. Seguro que detrás de este éxito hay mucho trabajo de entrenamiento, pero también mental. Cuéntenos su labor en todo este proceso.

Como te decía antes, comenzamos a trabajar cuando Jon era todavía amateur. Empezamos por construir pilares que hicieran que todo lo que pudiera llegar, bueno o malo, pudiera ser gestionado con éxito. Con estas herramientas Jon podía gestionar, tanto el éxito como el fracaso, no sólo actuales sino, y más importante, futuros. No es cuestión de abordar cada situación de forma individualizada sino de tener las herramientas para gestionar cualquier tipo de emoción.

Jon Rahm dice que gran parte del juego del golf es mental y le agradece a Ud. sus avances en ello, ¿qué parte de culpa cree que tiene su trabajo con Jon?

Trabajo con las personas desde la confianza mutua y les aporto mi experiencia para que, como en un espejo, vean lo que ellos no están viendo. La sinceridad y la confianza son básicas en el trabajo y mi responsabilidad en su crecimiento personal es limitada y no va más allá de acompañar a una de las personas con más talento que conozco. Estoy seguro de que Jon Rahm hará historia en el mundo del golf y cuando eso ocurra el mérito será sólo suyo.

¿Qué hay dentro de la cabeza de Jon Rahm?

En el caso de Jon hay una gran determinación. Hay algo que tiene claro y es la visión de que sus sueños se construirán con trabajo y pasión por lo que hace. Hay mucha humildad y un potencial increíble y está dando un ejemplo de superación. Si tuviese que decirlo en una frase diría que Jon Rahm tiene un alma muy grande.

¿Qué cree que ha mejorado Jon hasta ahora a nivel mental y cuál cree que es su margen de mejora todavía?

Ha mejorado muchísimas cosas. Por supuesto la gestión de las emociones, pero también su naturalidad. Este concepto es importante porque cuando te pasan cosas tan importantes hay que saber vivirlas con naturalidad, el éxito, los fracasos, los fans, etc.

Su margen de mejora es inmenso en el sentido de que todavía le quedan muchas cosas por experimentar en su vida y el crecimiento personal de Jon, y el de cualquier persona, no tiene límites, los únicos son los que cada uno se pone.

El que Jon Rahm sea número uno del mundo es cuestión de tiempo, pero, ¿lo ve preparado para aguantar la presión de convertirse en un número uno sólido y que perdure en el tiempo?

Por supuesto que sí. No me cabe la menor duda de que llegará, y cuando lo haga, Jon disfrutará y lo celebrará, pero sin perder de vista el concepto de naturalidad del que te hablaba antes. El éxito es buscar tus propios límites internos y la excelencia personal y para eso hay que seguir trabajando, incluso después de haber llegado al número uno.

¿Con quién sería su partida de golf ideal?

Como estamos en el terreno de las hipótesis, y que yo tenga tiempo libre para jugar al golf es un supuesto totalmente hipotético, jugaría dos partidas. En una estaría Jon, Seve y Tiger y sería estupendo porque seguro que sacaría muchas enseñanzas y la otra con mi familia, una partida con mis hermanos es de las mejores cosas que hay en la vida.

http://www.josebadelcarmen.com

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